Puedo sentir mi vida
como desnudas mi pasión
cuando estremezco al rozar tu piel.
Puedo pasar mi vida entera
recordando que en su día
fuiste mía aquel anochecer.
Y ahora me siento como un niño hablándote.
Y ese viento del sur
ha vuelto a hacerme presa de tus ojos.
Y el sol
Seduce la inocencia
del destino que en mi camino
ha vuelto a descartar la soledad.
Puedo sentir las horas
que me distancian de tu voz
hasta el momento de mi rendición.
Puedo pasar en un momento
del lamento a la emoción
si encuentro el cielo de tu corazón.
Y ahora me siento como un niño hablándote.
Y ese viento del sur
ha vuelto a hacerme presa de tus ojos.
Y el sol
Seduce la inocencia
del destino que en mi camino
ha vuelto a descartar la soledad.