El acto inocente, de hablar con la verdad
Se ha transformado en el arma más letal.
Las palabras como un puñal, dichas con sinceridad
Abren heridas que al final, nunca se van a olvidar.
Mi espíritu siniestro, dispuesto a tortura
Tan frágil y tan perfecto, digno de admirar
La arrogancia es un rival
Imposible de afrontar
Cuando en el alma no hay lugar
Para un poco de humildad
Luna de fuego, infierno en el mar
Dulce guerrero ven a mí
Trae contigo, el odio inmortal
La pugna eterna y el duelo
Composição: Paola Dippel