En el comienzo al hombre
le fue dada una tierra,
hizo en la tierra surcos
y esperó.
En el comienzo el hombre
arañaba la tierra,
recogía sus frutos,
daba gracias a un dios.
Nos liberará de la miseria
nos liberará de la cadena,
nos descubrirá la nueva tierra
donde hermano para el hombre
el hombre sea.
El fuego inventó y engendró
creó sus leyes;
y llegó a desafiar el Universo
subido en un pájaro de fuego.
Logró ver las estrellas
cara a cara
y pagó su imprudencia temeraria;
el hombre que nos toca comentar
es un robot
El miedo, la rutina,
la calle, la oficina,
la lucha por la vida y el temor
de perder el lugar
de no ser el mejor,
de ser un hombre más
abrazado a un fracaso
y a olvidar.
Y el hombre busca a Dios
en los libros, en las cosas
queremos sorprenderle
una mañana dormido
en salón de nuestra casa;
parece muy cercano y al momento
parece inalcanzable
y juega con nosotros
como el gato con el ratón.
El hombre es condenado
en su paso fugaz sobre la tierra;
sólo a tener sentido
cuando la muerte llama
ante su puerta.
Debemos inventar un hombre nuevo
y una nueva sociedad;
no valen las palabras si no tengo
intenciones de cambiar.
Encontrar una fórmula nueva;
echar en una olla
cenizas de un hombre ejemplar,
fundirlas con azufre y pimienta
para colorear.
Con estos elementos
lavaremos al hombre
y a su conciencia;
con estos elementos
vamos a crear un hombre nuevo.