Hay que coger el gato por el rabo,
Arrancarle el bigote que es su tacto;
Repetirle cien veces que es un guarro
Y crearle complejo de tarado.
Prohibirle que duerma recostado,
Prohibirle que fume celtas largos,
Recordarle su origen desgraciado
De una madre soltera y un gusano.
Sin mirarle a la cara regañarlo
Porque acude a la misa y al rosario;
Que sexualmente es bastante raro
Y no tiene valor para aceptarlo.
Y si no hay interés en torturarlo
Se le desprecia un mes de tres a cuatro,
Repitiéndole frases como ésta:
Suficiente desgracia tienes con ser gato.