Eran tiempos de miseria;
en la guerra y en la paz;
eran tiempo de la violencia,
tiempos de tempestad.
Sólo había esperanza
de que las cosas cambiarán,
de que cambiarán las cosas
para bien o para mal.
Era difícil vivir,
era difícil amar.
Eran tiempos, duros tiempos;
tiempos de tempestad;
la tempestad azotaba
los corazones y el mar.
Y en olas y en corazones
soplaba un viento infernal,
era el soplo de los hombres
era el soplo de Satán.