Tú que me diste en panes
los ademanes y el corazón,
trigo de tus praderas
y el llanto oscuro de algún pastor.
Soldado de tu rebelión,
hijo de americanos soy.
Dulce fruta madura,
madre morena de mi lagar,
entre las colgaderas
vendrá cantando tu libertad.
Soldado de tu rebelión
hijo de americano soy.
Vale por ti la vida
y hasta la muerte tiene valor,
porque este continente
tiene en su gente todo el valor.
Soldado de tu rebelión
hijo de americano soy.
Si alguna vez callase
tonta paloma, sin un porqué,
clávame en el olvido
no tengas miedo ni penas que
soldado de tu rebelión,
hijo de americanos soy.