Vengo del norte y vengo trayendo
En mi guitarra los puros sueños
Que no he perdido en ningún momento pese al dolor.
Suelo extrañar mi lejano cielo
Pero he aprendido
A sentir que puedo
Llevarlo siempre apretado adentro
Del corazón.
Soy de la orilla de la esperanza
Nací cerquita del agua mansa,
De la inocencia de los paisanos
Del interior.
Y aunque he cambiado de territorio
Siguen sacándome por el modo
De hablar que tengo de donde vengo,
De dónde soy.
Perdí la cuenta de lo vivido
Pero me sobra el amor y sigo
Creyendo claramente en lo mismo
Con ilusión
Y aquí me quedo y aquí resisto
Y aquí me planto y aquí me animo
A darle rienda a este canto altivo
En modo mayor.
Soy de la orilla de la esperanza...
Soy de la gente que el alma deja
En lo que sueña y en lo que piensa
Y a puro empaque
Sigue jugándose
El corazón.