Amanecí en una cama revolcando tu recuerdo
Dibujando una sonrisa que no estaba.
Me tocaron otras manos otro cuerpo
Oí un a voz que no era la esperada
Amanecí como quien diría envuelta en llamas
Pero ese fuego solo eran cenizas de mi alma helada.
Como puede ser, que hoy no estés aquí
Como sucedió que sin darnos cuenta todo nos paso
Como puede ser que hoy no estés aquí
Cuando fue el instante en que te perdí y no supe de ti.
Me fui escurriendo en unas sabanas que olían
A un perfume tan desierto, tan extraño y tan lejano
Fui caminando por esa cornisa del desengaño
Una botella de licor ajeno, un cigarrillo que no era el mío
Se empecinaba en delinear tus ojos como castigo.