Sin ti,
compañera mía, no es igual mi vida, si supieras cómo estoy.
Sin ti,
el jardín se muere y la pena crece en la habitación.
Sin ti,
las cortinas blancas cubren las ventanas y no quiere entrar la luz.
Sin ti,
ya no canta el ave ese trino suave que escuchabas tú.
Quién compartirá conmigo, el vino del domingo y el atardecer.
Quién pondrá sobre la mesa junto a mi tristeza su amor y su ser.
Quién compartirá conmigo, el vino del domingo y el atardecer.
Quién pondrá sobre la mesa junto a mi tristeza su amor y su ser.
Sin ti,
ya no habrá poesía, compañera mía, si supieras cómo estoy.
Sin ti,
ya no habrá más sueños y en el fuego, el leño no dará calor.
Sin ti,
soy un vagabundo que no tiene rumbo, que ha perdido la razón.
Sin ti,
compañera mía, ando a la deriva por mi corazón.
Quién compartirá conmigo, el vino del domingo y el atardecer.
Quién pondrá sobre la mesa junto a mi tristeza su amor y su ser.
Quién compartirá conmigo, el vino del domingo y el atardecer.
Quién pondrá sobre la mesa junto a mi tristeza su amor y su ser...