Porque no te alejas al fin de mi lado
y esperas que el tiempo te diga quien soy,
preciso es que sepas que tu has destrozado,
la dicha que un día nos dio nuestro amor.
Que todo el martirio que yo he soportado,
mostrando mi angustia por tu desamor,
te pese lo mismo que a mi me ha pesado,
y entonces comprendas quien eres, quien soy.
¡Oye!
Te suplico que me dejes,
que te vayas, que te alejes,
de mi vida.
Deja
que se pierda en el pasado
este amor que tu has tronchado.
¡Vete!
No quisiera repetirte,
recordarte lo que hiciste
con mi vida.
Cuando
lo medites y comprendas
tu recién sabrás quien soy.