Esto que platico
allá en un lejano país
a unos chavos que venían de
un concierto de rock
en una hermosa noche de primavera.
Venían de un concierto
cuando fueron interceptados
por judiciales uniformados.
Sirenas llorando, balazos al aire,
mentadas de madre decían
los judiciales uniformados.
No supieron que hacer
todo fue demasiado rápido
de la noche a la mañana
ya eran los culpables de homicidio y
violación.
El tiempo paso y paso
careos y más careos
y por ultimo el juez los sentencio
a 30 años de estar en prisión.
Todos los testigos eran falsos
así lo decían los rockanroleros
y las personas que lo atestiguaron
para ellos
de la noche a la mañana desaparecieron.
“esos son mi comandante
vamos a darles pa tras
pinches pelos parados
no se la van a acabar
no se la van a acabar...”
Sirenas llorando, balazos al aire,
mentadas de madre decían
los judiciales y uniformados.
Golpes por aquí, golpes por allá
el chivo expiatorio había caído ya
golpes por aquí, golpes por allá
la noche perfecta para rockanrolear
quince largos años
se aventaron en presidio
soportando injusticias y
y un delito no cometido.
Quince primaveras
se pasaron ahí tras las rejas.
“esos mi comandante
vamos a darles pa tras
pinches pelos parados
no se la van a acabar
no se la van a acabar...”
Sirenas llorando, balazos al aire,
mentadas de madre decían
los judiciales y uniformados.
Sangre por aquí, sangre por allá
el chivo expiatorio había caído ya
sangre por aquí, sangre por allá
la noche llora que barbaridad.
Sangre por aquí, sangre por allá
el chivo expiatorio había caído ya
sangre por aquí, sangre por allá
la noche perfecta para rockanrolear.