En cada barrio hay, por lo menos, un loco.
El del nuestro se llamaba "sebastián".
Lavaba carros y hacía de todo un poco,
Para ganarse el pan.
"sebastian" tenía una novia imaginaria,
Y con ella discutía sin cesar.
Se ataba al cuello una capa hecha de trapos
Y corriendo por las calles lo escuchábamos gritar:
"sebastian, si me quieres conquistar,
Sólo las estrellas bastarán;
Sólo las estrellas bastarán".
En cada loco hay, por lo menos, un sueño.
Ser amado era el ideal de "sebastian"
Con papel, lata, cartón y mucho empeño
Comenzó su plan.
Por amor alucinando, implacable,
Fue creando la más grande super nave espacial,
Para irse con su novia,
"de nuestro barrio de mierda hacia el mundo sideral".
En cada sueño hay, por lo menos, un drama,
Y en angustias se enredaba "sebastian".
Una noche, cuando con el cielo hablaba,
Sobre el horizonte vio una luz cruzar.
Feliz gritó, - "espérame" -
Y lo vi correr lanzándose en el mar,
Tratando aquel destello recobrar,
Porque "sólo las estrellas bastarán;
Sólo las estrellas bastarán!"
Sobre la arena sucia de la playa del mercado
Hay una vaina que parece un proyectil.
De sus alas cuelga una capa de trapos;
De su sombra, una soledad sin fin.
Su novia imaginaria aún lo espera.
En las noches hace guardia, frente al mar.
Nadie la conquistará.
A ninguna otra ilusión se entregará,
Fiel al loco que le dió la eternidad,
Porque sólo las estrellas bastarán.
Sólo las estrellas bastarán:
Sólo las estrellas bastarán!