Si tu ilusión se hizo pedazos por el inevitable abrazo
de una adversidad; si la ansiedad ante un fracaso te hace
sentir que ya no hay caso para continuar.
Cuando te falte la confianza, o cuando pierdas la
esperanza que te hizo tratar, recuerda que eso es
pasajero, pero mi amor es verdadero y no se marchará.
Piensa en mí. Piensa en mí. Piensa en mí. Piensa en mí.
Cuando te ahogue la amargura, cuando te domine la duda
y pierdas la paz; cuando parezca que no hay cura
para el dolor que te tortura no olvides jamás que en este
mundo todo cuesta, y aunque paguemos la respuesta con
llanto y dolor, el que no busca nada encuentra y sólo
ganan los que apuestan a su corazón.
No habrá muralla que nos pueda detener, ni habrá
tristeza que nos pueda desolar. Por muy amargo que haya
sido nuestro ayer, siempre hay futuro para la felicidad.
Piensa en mí. Piensa en mí. Piensa en mí. Piensa en mí.
Nunca es demasiado tarde para ser felíz.