Cuenta una leyenda del norte,
que un hombre lloraba en la playa,
por haber perdido a su amor.
Y una caracola que arrastraban las olas,
fue rodando a sus pies
y en sus manos, la tomó.
La llevó a su oído, para oír el mar, y lo que oyó
fue a su amada, llamándolo.
Búscame entre las olas, decía.
Búscame entre las olas, cuando se duerma el sol.
Y la primera ola... Despertará tus manos.
La segunda ola... Refrescará tu cara, de tanto calor.
La tercera ola... Recorrerá tu cuerpo, sin ningún pudor.
Y la cuarta, la quinta y la sexta,
jugarán contigo, salpicándote ilusión.
La séptima ola ¡Esa soy yo!
Con mi abrazo te llevo hasta el cielo,
te dejo en el suelo y bailando me voy.
La séptima ola ¡Esa soy yo!
Que te ofrezco el coral de mi beso,
vestida de espuma de algas y amor.
Cuentan que después de esa noche,
jamás volvió aquel hombre,
que lloraba en la playa, que desapareció.
Y una caracola, que arrastraban las olas,,
convertida en roca
su recuerdo eternizó.
Al atardecer su escucha el mar y como un eco,
la voz de su amada llamándolo
Búscame entre las olas, búscame entre las olas,
Cuando se apague el sol.