A menudo me siento prisionero
De mi forma de pensar.
Las ideas como aves prisioneras de su vuelo,
Obligadas a callar...
Las palabras ya no valen más,
A quién le importa si te mueres o te vas;
Y caminamos solos sin salida,
Y somos víctimas de la misma suciedad.
Y parecemos reos y como reos pensamos,
Y como locos somos y como locos soñamos.
Y qué será de mí y que será de ti
Si todo sigue, todo sigue...
Y qué será de mí y que será de ti
Si todo sigue, siempre sigue...
Oprimiendo la razón de ser,
Prohibiéndonos así poder gritar... ¡gritar!
Si hablas nadie te escucha más,
Y si callas igual te quedarás;
Y solo hace falta un poco nada más de valor, para poder
Salir de este obscuro callejón...