Amo, tu pelo alborotado,
Que huele a tierra y huele a mar
Y al viento, pues ha logrado,
Tu peinado desatar.
Amo, la tarde de verano,
Tu pequeño corazón,
Cuando se escapa de mi mano,
Como alegre gorrión.
Amo, la luz de tu mirada,
Amo tus labios de clavel,
Amo mi vida más que nada,
La caricia de tu piel.
Amo, que tu sombra y la mía,
Parezcan un solo ser,
Frente al mar de la bahía,
Roja ya de atardecer.
Amo, tu risa, también tu llanto,
No sé por qué pero es así,
Nadie en la vida quiso tanto,
Como yo te quiero a ti.