Un hombre anciano sin tiempo
y delgado como una rama
camina en las sendas del viento
hacia el centro de la nada.
Su cuerpo se iba riendo, y su mente ya alumbraba.
Todo el cielo era una estrella más.
Quisiera dejar de pensar
y de decir lo que pienso.
Poner la cabeza stand by
y mirar de afuera el cuerpo.
Ser pura energía suelta
y nadar en los misterios
que no se pueden explicar.