Quiera el tiempo bendecirnos
con los hijos y la calma.
Sería como delegar la furia en alguien más.
Y amortiguar la explosión.
¿Qué decirte de mi vida?
O hablarte de estos días, decir que no hay salida.
Creo que nada de esto serviría para sentirme mejor,
para sentir que valía la pena algo.
Que se callen, que no pueda verlos,
que se vayan, que se vayan yendo ya.
Afuera hay días de oro y noches de plata.
Yo vivo en el sótano y fumo caca de rata.