Cuando pintabas reinas de colores
autorretratos llenos de alegría
ibas lanzando al aire tus amores
con garbo, con pasión y altanería.
Siempre miraste al mundo peligroso
a través de tu hermosa fantasía
ni una mancha veló tu bello rostro
ni una maldad borró esa imagen mía.
No vayas a cambiar
tu niña por mujer
enséñame a querer
te quiero acompañar
Yo no puedo negar que haya sufrido
en el triste papel de ser tu héroe
pero llevar a cuestas tu porfía
no debe provocar que te destierren.
Sigue adelante entonces en tu empeño
de vivir tu destino, inmaculada
para mostrar desnuda con tu sueño
que se apuesta el amor, o no se es nada.
No vayas a cambiar
tu niña por mujer
enséñame a querer
te quiero acompañar...
Suylen.