Todo se va
todo tiende a pasar
por el tiempo que nos señalan
para ver que al final del viaje
todo vuelve para comenzar.
Años de luz
inocencia y dolor
como estrellas que se cayeron
como un ciclo que nos hicieron
para el odio, para el amor.
Muero al vivir
resucito al pensar
desde aquello que un día soñé
los espejos que se me rompieron
los juguetes de mi amanecer.
Cómo dejar ese miedo a volar
de esa maña que me acompañó
los clamores de mi adolescencia
sin sabores que me da su ausencia.