(Cada verso se repite x2)
Fabelo es un como un duende con penas y alegrías.
La vida le ha sonreído, la vida le ha llorado.
Pero Fabelo
pinta, y pinta, y pinta.
Lo que pinta Fabelo es tal vez lo que ha llorado
pero hay una sonrisa detrás que me ha marcado.
Por eso sigue
y pinta, y pinta, y pinta.
Fabelo siempre quiere que tengan lo que él:
un poco de pintura, un pincel y un papel.
(Y un lápiz)
Pero Fabelo
pinta, y pinta, y pinta.
Fabelo pinta algo que es su consagración:
una ese que es su orgullo y su propio corazón.
Cuando la mira
pinta, y pinta, y pinta.
Por esto cada día miro mi espejo fiel
y digo
cuando yo sea viejo quiero ser como él.
Porque el sigue
que pinta, y pinta, y pinta.