En está encrucijada dónde se va,
Si me faltas tú?
Tu mirada he decidido que ya
De noche no es azul
Me siento presa fácil, un absurdo mártir,
Solo ante el temor.
Tuvimos la manera y una vida entera,
Eramos tú y yo.
Y subo una montaña de fe,
Porque ahí estabas tú.
Hoy me siento como el alma de un pez,
Entre la multitud.
Mi corazón ya no se rinde,
Ante tu huella que resiste.
Porque sé que es imposible borrar.
Nunca se irá… nunca te irás.
Porque ahora si te confieso,
Yo soy fiel a una mujer.
Y eres tú aumentando mi universo,
Luego se nos fue.
Se fue con tu sonrisa en el silencio frágil,
De un amanecer
Sé que ya no hay cura, lagrimas difusas.
Y subo una montaña de fe,
Porque ahí estabas tú.
Hoy me siento como el alma de un pez, entre la multitud.
Mi corazón ya no se rinde,
Ante tu huella que resiste.
Porque sé que es imposible borrar.
Nunca se irá… nunca te irás.
Y cuánto amor se perderá.
De tantos recuerdos al fondo de algún mar
Ahora siempre comprenderé que nunca te irás.
Y subo una montaña de fe,
Porque ahí estabas tú.
Hoy me siento como el alma de un pez, entre la multitud.
Mi corazón ya no se rinde,
Ante tu huella que resiste.
Porque sé que es imposible borrar.
Nunca se irá… nunca te irás.