Si se ha apagado la luz
que alumbraba tu camino
y éste se divide en dos,
asómate a tu interior.
Uno te llevará
donde tendrás poder
si controlas tu mente.
El otro sólo irá
hacia donde quieras tú,
y es el de tu corazón.
Y te sostendré la mano,
no te dejaré caer;
Caminarás junto a mí.
Donde el corazón te lleve,
ese será tu motor;
tus piernas serán el amor.
Y te sostendré la mano,
no te dejaré caer;
Y andarás hermano.
Donde el corazón te lleve,
allí te espera mi voz.
¡No te pares, síguenos!
Y si en tu camino dudas
y la vida te distrae,
cierra los ojos,
sigue a tu corazón.