No es que el silencio haya tomado la palabra
Ni que los años pasen sin pedir perdón
Ni que la calma sólo sea un mal presagio
Ni que le falte aire a tu respiración
No es eso, no
No es que los días sean noches sin estrellas
Ni que le sobren las agujas al reloj
Ni que la huida sea un pájaro sin alas
Ni que el deseo sea un sol que se extinguió
No es eso, no
Lo que sucede es que ya no sucede nada
No sucede nada, nada, nada, nada
Entre tú y yo
No es que no importe que se avengan los verdugos
A hacer de víctimas de su propia ambición
Ni que el delirio de seguir en pie de guerra
Haya caído en brazos de la rendición
No es eso, no
No es que el demonio sea el Dios de la intemperie
Campando a todo lo ancho de la iniquidad
Ni que se asuma que la vida sea un sueño
De la razón del monstruo de la soledad
No es eso, no
No es eso, no
Lo que sucede es que ya no sucede nada
No sucede nada, nada, nada, nada
Entre tú y yo