No debes ir jamás a recitales
Tampoco a la entrada de las escuelas
Porque están acechando los chacales
Y lo peor de todo es que...
El primero te lo regalan, el segundo te lo venden
Yo tuve una experiencia digna de asco
Fue justo a la entrada de un recital
un hombre me ofreció un caramelito
me lo comí y aparecí en Bagdad
Estuve deambulando como idiota
Me sentía muy bien, quería más
A la salida le pedí y me dijo:
-Si querés otro, tenés que pagar
Por suerte conseguí dejar el vicio
EL CENARESO me orientó muy bien
Ahora sigo yendo a recitales
Pero en ves de comprar, voy a vender