La escena era concreta
Camiseta blanca y unos jeans
apuraba aquel pitillo,
orgulloso y viril, con la mirada ceñida a los canones de Jimmy Dean:
grasientos los cabellos, botas claveteadas,
esperando ver llegar el fin de semana.
Te aseguro que no me importaba
el futuro que nos esperaba.
Tenía una novia sencilla y feliz que era la viva imagen de Marilyn
y unos amigos con quienes jugar a ser los faraones de la ciudad.
Callejeando siempre en busca de acción, moviéndonos al ritmo del viejo R&R,
llegamos a ese punto de inflexión que separa la realidad de la ficción.
John Milner ya no vive aquí.
Lentamente se llevó parte de mí;
y ahora que todo es más viejo, más frió y más gris
y sientes como el tiempo va por tí,
cuando la nostalgia daña mi corazón
una voz conocida hace su aparición:
la música al invierno voló
el día que Buddy Holly murió.
Estoy hablando de los viejos tiempos
esos que ya no volverán
las drogas terminaron por estropear
las pequeñas cosas que nos hicieron amar
la amistad, nuestra pequeña libertad
y ese tren sin rumbo ni dirección
ya no para, ya no se para en cada estación.
Los muchachos del verano se dijeron adiós
el día que Buddy Holly, murió.