Es la mañana llena de tempestad
En el corazón del verano
Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes
El viento las sacude con sus viajeras manos
Innumerable corazón del viento
Latiendo sobre nuestro silencio enamorado
Zumbando entre los árboles, orquestal y divino
Como una lengua llena de guerras y de cantos
Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros
Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinado
Se rompe y se sumerge su volumen de besos
Combatido en la puerta del viento del verano