Puedo oír tu voz llamando,
suavemente susurrando,
que a mí alma está hablando:
"Trae tu cruz y ven en pos de mí".
Coro:
Seguiré do tú me guíes,
seguiré do tú me guíes,
seguiré do tú me guíes;
dondequiera, fiel, te seguiré.
Yo te seguiré en el huerto,
y también por el desierto,
y aun sediento y casi muerto,
sufriré contigo, mi Jesús.
Sufriré por ti, Maestro.
Sí el camino es siniestro
tú serás refugio nuestro;
moriré contigo, mi Jesús.
Me darás la gracia y gloria
de obtener la gran victoria,
y contar la dulce historia:
que por mí Jesús su vida dio.