Tu beso fue falso;
falaz tu promesa;
tus brazos, cadalsos
de mi adoración;
tus celos, mentiras;
de saña estudiada;
tus dulces miradas,
abismos de horror.
Y en cambio, en mis labios
las voces más puras
y suaves ternuras
en mi corazón;
por vos, olvidado
de Dios y de madre
y yéndome en sangre
¡tajeado por vos!
Yo no sé si al otro lado
de las penas de esta vida,
hay un reino de los malos
para premio de perfidias,
pero si ese reino existe
te has ganado tu sitial
por la hazaña torpe y triste
¡de haberme hecho tanto mal!..
Ya ves que aun deseo
que goces la gloria
por esa victoria
que me aniquiló,
y siento que de ella
te queden de estorbo
los ruines escombros
de tu corazón...
Porque hoy, que podrías
sentir que latía
dichoso y henchido
de amor y de fe,
¡tendrás que cargarlo
como algo maldito
que el viejo delito
no puede esconder!