Parecía un típico domingo.
Afuera llovía, hacía frío
tenías que irte esa tarde
era una movida inevitable.
Yo fingía que a mi me parecía
la cosa mas natural del munco
pero estava muy muy muy bajoneado
pero no quería entristecerte mas.
Y en la calle un sólo taxi
con la radio al remango
escuchaba un partido
en el que el visitante ganaba tres a dos.
Te llevaba abrazada.
Te contaba mis hazañas
de cuando tenía diez años
y creía que era mucho mas fácil vivir.
Nos fuimos temprano al aeropuerto
y volví desolado y seguía lloviendo.
Yo tenía que quedarme en México
casi dos meses sin poder verte.
Y en la calle un sólo taxi
con la radio al remango
escuchaba un partido
en el que el visitante ganaba tres a dos.
Te llevaba abrazada.
Te contaba mis hazañas
de cuando yo tenia diez años
y creía que era mucho mas fácil vivir.