Viejo curda tiene visto tantas noches
Embriagado entre unos cuantos parroquianos
Siendo escarnio de esos hombres inhumanos
Que se rieron sin fijarse en tu aflicción
Viejo curda tiene visto tantas noches
Con un vaso entre sus manos temblorosas
Meditando, sabe Dios, qué tristes cosas
Que agobiaban a tu pobre corazón
Cuantas veces fuiste risa
De los traviesos pebetes
Por los tantos firuletes
Que tu equilibrio exigió
Y en vez de insultar
Tus labios por las burlas sonreías
Mientras que las alegrías
No acallaban tu dolor
Viejo curda, sin quererlo yo he sabido
Esa causa por la cual te emborrachabas
Vieja pena que ambicioso la ocultabas
Es que nunca la quisiste divulgar
Era un nombre pronunciado con acento
De cariño que jamás hube escuchado
Y dijiste, vieja mía, me has dejado
Pero nunca tu recuerdo he de olvidar
Cuantas veces fuiste risa
De los traviesos pebetes
Por los tantos firuletes
Que tu equilibrio exigió
Y en vez de insultar
Tus labios por las burlas sonreías
Mientras que las alegrías
No acallaban tu dolor
Viejo curda, sin quererlo yo he sabido
Esa causa por la cual te emborrachabas
Vieja pena que ambicioso la ocultabas
Es que nunca la quisiste divulgar