Yo no se por qué extraño destino
otra vez mi vida te encontró a su paso.
¿Qué rodar te cruzó en mi camino,
cerrazón de nieblas, llantos y fracasos?
Era feliz arrastrando el recuerdo...
¡Sacrifiqué el corazón en mi adiós!
Hoy te vuelvo a encontrar y me pierdo
entre las ternuras de tu alma y tu voz.
¡Con qué angustia te hice a un lado!
Tratando de alejarte
de la miseria plena...
Tu cariño fue sagrado
y en ruinas quise alzarte
en medio de mi pena.
Y una noche, allí en tu frente
dos lágrimas y un beso
cayeron de repente...
Ni traté de despertarte,
sólo supe que al dejarte
te dejaba el corazón.
Y arrastré mi dolor a los vientos...
Lejos de tu lado, con mi amor deshecho.
Mi tortura mordió mil lamentos...
Siempre con tu imagen dentro de mi pecho.
Y cuando ya sólo ansiaba la muerte,
cuando tu voz se perdía en mi ayer,
hoy te encuentro y mi amor es más fuerte.
¡Los dos lucharemos por nuestro querer!