Cuandoelsuburbio dormita,
Bajo lalluvia o ennoche serena,
Cruza como un alma en pena
Lastristes calles una viejecita.
Anda vagando hasta el alba
Y enlas sombras se suele ocultar,
Pobre mujer, camina sincesar
Llevandoa cuestas todo su penar.
La gente buena de losbarriosbajos,
Esoshumildes que sabensu historia,
Dicenque undíasunietecita,
La muymalita, dejóelhogar.
Y desde entonces, invierno y verano,
A medianochelavieja,
Vive consu amarga queja
Sumida enlasoledad.
Y así se pierde por losarrabales,
Hechauna piltrafa humana,
Porque ensu vida tirana
No halló más que falsedad.
Como un gemido doliente,
Llenade harapos, cabizbaja y mustia,
Siemprese leve silente
Contodo el peso de su negra angustia.
Y maldiciendolasuerte,
Que ensu pecho congojasdejó,
Llorasufinal ver que yaperdió
El dulce amor que de ella se olvidó.
Tal vez lanieta malvada y mezquina
Hoyno se acuerde de sutiernaabuela.
Sólo sabe que está dormido
El pobre nido que abandono.