Tres vidas, dos muertes, y veinte visiones
Dos mentes vacías, en cuatro situaciones
Los días se acercan y los cantos del viento
Me llevan a escapar de mí
No escucho, me duermo, y mis desilusiones
Se alejan gritando, dejándome en caminos
Que sólo me muestran la imagen del destino
Me privan de poder vivir
Debo callar una vez más
Y aprender a vivir
Debo escuchar la libertad
Y no creer sólo en mí
Debo de dar para recibir, y ser una señal
Y aprender a vivir
Me voy y regreso con miedo a perderme
Pero sólo pienso que vez de esconderme
Del frío y del miedo podría convertirme
En mi propia imaginación