Tú eres mi amor
mi dicha y mi tesoro
mi sólo encanto
y mi ilusión.
Ven a calmar mis males
mujer, no seas tan inconstante
no olvides al que sufre y llora
por tu pasión.
Yo te daré
mi amor, mi fe
todas
mis ilusiones tuyas son
pero tú
no olvidarás
al infeliz
que te adoró
al pobre ser
que un día fue
tu encanto, tu mayor anhelo
y tu ilusión.